Psicología Perinatal

La psicología perinatal sigue siendo una rama de la psicología bastante desconocida. Muchas mujeres nos contactan planteándonos dudas sobre cómo la psicología perinatal puede ayudarles. Este artículo se adentra en el viaje completo de la psicología perinatal, explorando desde la íntima decisión de convertirse en madre, pasando por los desafíos de la infertilidad, gestaciones subrogadas, renuencia a los propios genes, perdidas gestacionales, hasta llegar a las complejidades emocionales del embarazo, postparto y el comienzo de la crianza.

¿Qué es la Psicología Perinatal?

La psicología perinatal aborda la salud mental y emocional y se dedica a investigar e intervenir y está asociada con la preconcepción, el embarazo, el parto y el periodo postparto y crianza en la primera etapa infantil, ofreciendo apoyo integral a las familias.

La psicología perinatal va más allá del período tradicionalmente considerado del embarazo y el postparto. Su alcance se extiende para incluir todo el proceso reproductivo, desde la etapa de preconcepción hasta el posparto, abarcando temas tan diversos como la planificación familiar, la infertilidad y la pérdida gestacional. Esta rama de la psicología se enfoca en entender y apoyar las experiencias emocionales y mentales de las mujeres y sus familias durante estos periodos críticos y a menudo desafiantes.

Al adoptar un enfoque integral, la psicología perinatal reconoce que la experiencia de la maternidad no comienza en el momento de la concepción ni termina con el nacimiento. Las emociones, pensamientos y decisiones que rodean el deseo de tener hijos, los intentos de concebir y las complicaciones que pueden surgir en este proceso son aspectos fundamentales de la salud mental perinatal. Esta comprensión integral es esencial para proporcionar un apoyo efectivo y empático.

La importancia de un enfoque integral en la psicología perinatal radica en su capacidad de reconocer y abordar la gama completa de emociones y desafíos que las mujeres pueden enfrentar en cada etapa. Desde la alegría y la expectativa hasta la incertidumbre y el duelo, este enfoque permite una comprensión más profunda de la maternidad como un viaje emocional y psicológico complejo y multifacético.

Dentro de este viaje encontramos también procesos que nos llevan hasta la oportunidad de ser madres y padres como los tratamientos de reproducción asistida, la gestación subrogada o la adopción.

Otro de los puntos importantes dentro de la Psicología Perinatal es hablar de la maternidad real, no desde esa perspectiva idealizada que muchas veces hace que todo el proceso se viva de una forma compleja.

 

Porque un psicólogo perinatal y en que me puede ayudar

Cualquier cuestión o dificultad que este relacionado con el ser padres es atendida por un psicólogo perinatal.

A veces simplemente por el cambio vital que produce la llegada de un bebé, los cambios de rol, la adaptación con otros miembros de la familia pueden ser un motivo para acudir a un psicólogo perinatal. La necesidad de ser mejores padres, de realizar cambios o aprender a gestionar lo que estamos viviendo, ayuda con la lactancia o crianza de los peques también son un motivo para acudir a consulta.

Los procesos largos y dolorosos de los procesos de adopción, gestaciones subrogadas o tratamientos de fertilidad son otros motivos por los que nos piden una cita.

Otras patologías como la ansiedad, la depresión u otro tipo de trastornos durante el embarazo deben ser también acompañados en este periodo por un psicólogo perinatal.

Problemas de fertilidad y técnicas de reproducción asistida:

En torno a un 20% de las parejas en edad reproductiva tienen problemas para quedar embarazados de manera natural. A este porcentaje se suma el de las personas que por otros motivos (madres solteras por elección o parejas homosexuales por ejemplo) deciden empezar alguna técnica de reproducción asistida. Suponen recorrer un camino, a veces largo y difícil, que no sólo atañe al cuerpo sino también a nuestro mundo emocional. Se estima que un tercio de las personas que se someten a un tratamiento para quedar embarazadas padecen ansiedad o depresión.

Ansiedad o Depresión durante el embarazo:

El embarazo es un momento de cierta fragilidad para la mujer ya que ésta entra en un estado psíquico especial que llamamos “transparencia psíquica” por el cual recuerdos del pasado antes olvidados comienzan a venir a la mente y a hacerse presentes en forma de palabras, imágenes, olores, sensaciones… Esto tiene que ver con el proceso de adquirir una nueva identidad, como madre ahora y ya no como hija; y eso pasa por revisar, en mayor o menor profundidad, nuestra propia historia infantil y puede producir cierta inestabilidad emocional. El hombre igualmente, aunque no pase por el proceso físico, hará su propio proceso de construcción de la nueva identidad de padre y también puede sufrir ciertos cambios emocionales.

La depresión en el embarazo o postparto pasa en la mayoría de las ocasiones desapercibida y sin embargo produce mucho sufrimiento.

Pérdidas Perinatales:

Engloban las pérdidas de más de seis meses de gestación o muertes neonatales precoces (bebés de menos de 7 días de vida) pero también tenemos que pensar en pérdidas tempranas en el embarazo o bebés que fallecen en los primeros meses de vida. El impacto es tremendo y aún hoy parece que este tipo de duelos están negados y silenciados por nuestra sociedad. Los profesionales a menudo no saben cómo tratar a estas familias a la hora de dar la mala noticia o atender el parto; los amigos y otros allegados no manejan con naturalidad la situación después en casa y en el día a día…  Todo esto hace que un duelo ya de por sí tan doloroso sea aún más difícil de elaborar.

Partos traumáticos:

Por desgracia y aunque vamos avanzando en este sentido (nuevas recomendaciones de la OMS para el parto) todavía ocurre con frecuencia que una mujer lo pase mal y no se sienta bien tratada durante el parto. Esto puede provocar un desajuste inicial que hace que madre y bebé comiencen su relación en unas condiciones menos favorables de las deseadas. Encontrar un espacio donde poder hablar de las emociones vividas ayuda a recuperar el estado de seguridad y bienestar.

Bebés prematuros o con necesidades hospitalarias:

Tener un bebé que requiere de los cuidados de neonatología (UCIN o incubadora) es de lo más doloroso. La maternidad soñada, estar con un bebé sano en tus brazos, se ha truncado. No sólo no tienes a tu bebé contigo, sino que tienes un miedo profundo de que las cosas vayan mal y tu hijo se pueda morir. Tus primeras experiencias no son mirar, tocar y reconocer en la intimidad de tu habitación a tu recién nacido sino acudir dolorida a una sala de hospital llena de máquinas y aparatos donde hay otros niños como el tuyo. Apenas eres capaz de reconocer a tu hijo y eso te hace sentir mal. Puede ser que no te atrevas ni a cogerlo. Son momentos de mucho dolor. Difícil de explicar para quien no ha pasado por algo parecido. Es una angustia profunda la que sientes dentro. El mundo se para para ti.

Depresión y ansiedad en el postparto:

La Depresión Postparto es una enfermedad grave, a diferencia del baby blues que es de carácter leve y pasajero; y frecuente: el 15% de las mujeres sufren un episodio de depresión en el primer año tras dar a luz.

Depresión y Ansiedad en el hombre:

Si bien es cierto que la protagonista principal es la mujer que es quien se embaraza, da a luz y en la mayoría de las ocasiones quien se ocupa de los primeros cuidados del bebé; no debemos olvidar la figura del padre (o la pareja si la hay). Ellos ocupan un lugar de protagonista, secundario, pero protagonista. Y también pueden desestabilizarse, ponerse tristes, tener ansiedad, angustiarse… Las cifras hablan de que un 10% de los hombres se deprimen al convertirse en padres y es que hay muchas cosas que cambian de manera muy rápida, sobre todo a nivel de la pareja.

Algunas de las situaciones con las que te podemos ayudar:

  • Acompañamiento psicológico durante el embarazo. 
  • Preparación psicológica para el parto.
  • Procesos de adopción y gestación subrogada.
  • Apego y crianza del bebé durante sus primeros años de vida.
  • Duelos perinatales.
  • Acompañamiento tras procesos de aborto voluntarios.
  • Apoyo tras situaciones de violencia obstétrica.
  • Problemas de salud mental perinatales y/o posparto (ansiedad, depresión, dificultades de sueño…).
  • Cursos de preparación al parto, crianza, lactancia, etc.